El hecho de este viaje no fue
buscar hacer fotografías, simplemente disfrutar del arte. Mi segunda visita por
Madrid fue maravillosa, entre recorrer dos de los museos más importantes del
mundo como lo es El Reina Sofía y El Prado, descubrir una banda de música tan
genial como La Raíz. Encontrar arcoíris en la carretera después de una breve
tormenta, señales previo a los días siguientes y quizás señales del tiempo que
ya paso. Madrid, una ciudad tan grande y tan distinta desde arriba abajo. Yo, una
extranjera que nunca imaginó llegar a contemplar la Gernika o El gran Masturbador, no podía
evitar sentir emoción después de haber observado El triunfo de la muerte, El 03
de mayo en Madrid, Saturno devorando a un hijo, La maja, etc, etc, etc.
Pinturas, esculturas, fotografías, espejos, calles, fuentes, música, personas,
historias, lucha y no lucha, aventuras, tristeza, alegría, soltar, aferrarse,
libertad. ¿Qué más puedo pedir? Estoy más viva de lo que supongo imaginaría
hace algunos meses, hoy me veo aquí paseando en bicicleta por Zaragoza y
disfrutando de mis lecturas a las orillas de El Ebro ¿Mañana? Ese misterio
hermoso de la vida lo dejo al viento qué mueve mis alas. Por ahora calmo mis
emociones con los que piensan en aprisionar corazones y callar mi boca. Me entrego solamente a mí, al amor de los míos
(familia y amigxs) la mejor compañía en cada viaje de esta aventura que ha sido
la vida en estos casi treinta años.