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jueves, 9 de marzo de 2017

Autorretrato de una (pre) mamá



A pocos meses de conocer la nueva personita que roba mis suspiros, he decidido coger la cámara y hacerme una que otra foto; pareciera que mi ojo se ha endurecido al igual que mis manos ¡Pero no importa! Era necesario darme un descanso y poder respirar de mí y de lo demás, dedicarme a contemplar la vida por ser vida y no por ser imagen. Llenarme de nuevos sueños, metas, personas y paisajes que jamás imagine.
¡Acá estoy! Volviéndome otra mujer en la misma mujer, naciendo a través de mi hijo y amando un hombre inesperado.  

“Veo el campo, el fruto, la miel
y estas ganas de amar.
No me puede el olvido vencer
hoy como ayer, siempre llegar
en el hijo se puede volver, nuevo.”
Zamba para no morir