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martes, 27 de diciembre de 2011

Agradecimientos en formas de letras

Agradecimientos en formas de letras
La vida es un proceso de completos cambios, muchas veces vemos los retos como algo inalcanzables y otras como hechos de excusas para no tomarlos y asumirlos con el coraje que se deben o deberían aceptar, pero al final es lo mejor asumirlo o no según lo que nos convenga.
En el transcurso de mi vida hay retos a los cuales me ha tocado afrontarlos con la cabeza en alto, otros con la cabeza en el fango ¿Pero qué sería de la vida sin esas experiencias malas que nos hacen crecer como individuos? De alguna forma siempre tememos a lo desconocido, pero es lo desconocido lo que forma parte de ese reto.
Creo que en estos últimos 6 años de pérdidas de seres amados, decepciones de personas donde se construyeron altares de paja, silencio entre personas maravillosas y que quizás la vida vuelva a permitir encontrar.
No hay palabras absolutas, no hay acciones precisas, no hay gestos para agradecer por todo lo bueno o malo, a veces es necesario caer en el infierno para poder apreciar el cielo, a veces es necesario encontrar demonios que destrocen nuestros corazones o quizás nuestras vidas, para luego apreciar esos angeles que no pedimos llamar pero que solo llegaron.
¿Quién tiene la razón? No lo se, pero si se que soy dueña de mi verdad, la dueña de mi vida, la dueña de mis logros y mis fracasos, lo que me hace ser una humana y no una diosa, que envidia de verdad tendrán los dioses de nosotros los mortales, que somos capaces de caernos y levantarnos con más fuerza o quizás simplemente estancarnos.
Pero al final lo cuenta es la historia personal de cada quien y los seres que forman y formaron parte de esa historia, es gracias a ellos que somos o soy lo que hoy se ve, siempre he creido que las acciones hablan más que las palabras, porque en el silencio de un abrazo y una palabra muda se recibe el aliento para continuar.
¿Cuál es el final? El final nosotros lo escribimos en el libro de la vida, es un libro tan personal que nadie tiene porque juzgar, porque en mi vida yo soy la escritora y la mejor lectora de mi propia historia y al final todos esos protagonistas de la misma es a los que agradezco lo que soy hoy.
Una mujer satisfecha de estar donde esta, sin objetos materiales pero si llena de mucho amor y de paz interior, a pesar que a veces se pierda tanto tiempo contemplado las rocas, creo que el camino sigue y al final de los días lo más hermoso seria decir ¡Gracias vida, pudo ser mejor, pero no cambio esto por al más!
Para todos mis seres amados, queridos entre ellos familia, amigos, conocidos, soy una mejor mujer por el apoyo que ustedes me dan sin pedirlo y más aún sin esperarlo.

jueves, 22 de diciembre de 2011

¿Quiénes son aquellos que más daños nos hacen?

¿Quiénes son aquellos que más daños nos hacen?
Toda mi vida me he venido preguntando, muchas veces gritamos y hasta peleamos por un sistema social que daña y desarrolla la mediocridad y el conformismo de nuestras sociedades, pero desde un punto de vista más pequeño me pongo a reflexionar ¿Acaso no es en nuestro hogar donde más daño se nos hace?
Veo por doquier familias disfuncionales, familias que aparentan estar bien,  familias (como la mía) que no aparentan estar bien, pero realmente me sigo preguntando después ya de 25 años porque diablos se sigue tratando de cambiar un sistema con panfletos y letras, si no somos capaces de arreglar los problemas dentro del hogar.
La mayoría de personas que conozco en Honduras (tanto hombres como mujeres) que dicen ser  justicieros s y ejemplos en sus comunidades independiente de sus ideologías, son los hombres y mujeres más abusadores de sus familias, son los seres que se encargan con más facilidad de mutilar el autoestima, físico y capacidad intelectual tanto de su pareja como hijos.
¿Por qué escribo esto? Porque estoy cansada de las humillaciones, porque ya no tengo 10 años de edad, donde podía quedarme callada cuando escuchaba y miraba una injusticia ante mi persona, es más fácil gritar en las calles las injusticias sociales, pero reconocer las propias, reconocer el papel de verdugo y de víctima en el espacio más intimo de nuestro hogar, es algo que muy pocos hacen.
Supongo que no existen grupos perfectos, pero si supongo que existen grupos tolerantes y que aceptan a los demás como son, supongo que en las familias no es así por el simple hecho que no escogimos nacer en ese grupo, se nos impuso, y creo que ahí comienza el reto, aceptar a esos seres que muchas veces no deseamos como sangre, pero que simplemente nos toco.
Bien lo dicen, la familia que si escogemos son los amigos, para bien o para mal, los amigos son las personas con las que podemos ser tal cual, la familia natural es una imposición social para poder normar una sociedad donde el respeto se exige por temor divino, pero claro está, no todas las familias siguen esa norma, hay familias que son familias porque no vinieron a perpetuar la especie humano sino a ser padres ejemplos y dignos de respeto, personas que tienen el don de ser padres, porque creo que al final ese es un don y no una necesidad biológica donde se nos dice que tenemos que ser padres y madres, solo porque la sociedad lo requiere.
Prefiero llegar a ser una solterona toda mi vida, antes de traer hijos al mundo y darles lo que me sobra, y contaminarlos con mis contradicciones y llenarlos de mis rabias o frustraciones, definitivamente, si muchas y muchos en nuestras sociedades crecieran con la conciencia que traer vida no es para todos, quizás seriamos una mejor sociedad y tendríamos menos familias disfuncionales.